La gestión de los escritorios virtuales
Los beneficios de la virtualización de servidores son bien conocidos por la práctica totalidad de organizaciones, pues casi todas la han adoptado en mayor o menor medida. Ello es así porque resulta relativamente sencillo cambiar el concepto tradicional de que un servidor necesita una máquina física al de que un servidor puede compartir una máquina física con otros servidores si añadimos una capa de software adecuada (el virtualizador o hipervisor). Aparte de eso, pocos cambios son necesarios en cómo gestionamos esos servidores más allá de conocer algunas nuevas herramientas relativamente simples de utilizar. Pero la cosa cambia cuando queremos virtualizar los escritorios.
Virtualizar escritorios no es lo mismo que virtualizar servidores
Virtualizar escritorios no es tan simple como instalar el software de escritorio sobre un virtualizador, pues lo que realmente hacemos con la virtualización de escritorios es cambiar profundamente la arquitectura tradicional de PCs (fat clients) que hemos utilizado en los últimos 15 años. Esta arquitectura tradicional está basada en que cada usuario tiene un PC en su sobremesa y es carísima de mantener por la complejidad que encierra su gestión. Todos conocemos, por ejemplo, los problemas inherentes de seguridad que comporta, los problemas que supone mantener cientos o miles de equipos distribuidos, las dificultades existentes para proporcionar movilidad a los usuarios y sincronizar sus datos, los tiempos altos de no servicio ante cualquier incidencia en el hardware o software de sistema o los altos costes de despliegue que tienen las aplicaciones incluso con herramientas especializadas.
La virtualización de escritorios, como hemos avanzado, cambia radicalmente esta arquitectura, moviendo la ejecución del software de escritorio a una infraestructura de servidores central. Eso conlleva que en la sobremesa, bolsillo u hogar de los usuarios únicamente necesitaremos un dispositivo de acceso que les permita acceder a un sistema de escritorio que ya no necesariamente está ubicado en esos dispositivos. Ésta es la gran aportación que proporciona la virtualización de escritorios, ya que con ello podemos simplificar la gestión de estos sistemas hasta conseguir unos ahorros de coste espectaculares. Pero para ello tenemos que transformar toda nuestra visión de los sistemas de escritorio y cambiar la arquitectura que estamos utilizando con nuestros sistema tradicionales. Los ahorros y simplificación que se consigue con un proyecto de virtualización de escritorios son mucho mayores que con la virtualización de servidores, pero su puesta en marcha es también más compleja. El ahorro que produce la virtualización de escritorios proviene prácticamente en su totalidad de la simplificación de la gestión y las nuevas prestaciones que podemos proporcionar a los usuarios, por lo que si sólo analizamos los costes de infraestructura no vamos a encontrar ahorros significativos a corto plazo respecto un sistema tradicional.
Virtualización de escritorios y VDI
Muchas veces se utilizan los términos virtualización de escritorios y VDI como sinónimos, pero en realidad no se refieren a lo mismo y es importante distinguirlo. VDI o “virtual desktop infrastructure” se refiere al proceso de ejecutar el software de escritorio de un usuario final en una máquina virtual ubicada en un servidor. Es un componente importante de la virtualización de escritorios, pero sólo un componente. Si sólo "movemos" el escritorio de un usuario a un servidor no estaremos aprovechando todas las ventajas potenciales que puede proporcionarnos la nueva arquitectura.
Lo ideal es complementar una VDI con otros componentes que nos permitan llevar al mínimo los costes de gestión del sistema: brokers que nos permiten asociar un usuario con su escritorio de forma dinámica, sistemas que nos permitan virtualizar escritorios o aplicaciones según sea más conveniente para cada usuario o sistemas que nos permitan el acceso seguro a los escritorios en VDI desde redes baratas pero con grandes latencias e inseguras por definición (naturalmente nos referimos a accesos ADSL, UMTS o GPRS en Internet). Así, una virtualización de escritorios bien diseñada e implantada puede resolvernos directamente, sin necesidad de nada más, el problema global de movilidad de los usuarios y sincronización de datos.
Beneficios para los responsables de IT, beneficios para los usuarios
Aunque los beneficios son claros desde el punto de vista de los departamentos de IT, el principal beneficiado de la virtualización de escritorios puede ser el propio usuario final. Los recursos del departamento de sistemas no se van ya a emplear en gestionar, parchear, securizar o actualizar cientos o miles de PCs, tareas que no aportan nada al usuario final desde un punto de vista funcional. Toda la gestión de los escritorios se puede realizar de forma centralizada y transparente para el usuario final, independientemente de dónde éste esté ubicado. Los tiempos de provisión de nuevos escritorios pueden pasar de días a minutos y los tiempos de no servicio ante una incidencia de hardware en el puesto del usuario se reducen a minutos, pudiéndose resolver además el problema además en autoservicio. Además la seguridad se aumenta directamente al tiempo que se simplifica su gestión, sólo por cambiar la arquitectura y la recuperación ante un desastre es también extremadamente más sencilla y barata que con escritorios tradicionales.
Los usuarios ya no perciben su escritorio personal, su acceso a las aplicaciones o sus datos ligados a un dispositivo, sino que "se mueven" con ellos estén donde estén: simplemente pueden acceder y ejecutar sus aplicaciones desde el PC de su oficina, el de su casa, un portátil, un Mac, un Netbook, un Smartphone o desde un cibercafé, de la forma que más les convenga en cada momento y sin perder seguridad. La virtualización de escritorios traspasa la complejidad de los equipos de los usuarios al CPD, donde puede ser manejada de forma más eficaz y eficiente.
Reducción de costes
La reducción de los costes de hardware no acostumbra a ser la motivación principal para iniciar un proyecto de virtualización de escritorios, pero esto no significa que no se produzcan también, sobre todo provenientes de la eliminación de la obsolescencia tecnológica de los equipos de los clientes. Con sistemas virtualizados no va a ser necesario remplazar los PCs de los usuarios cada 3 ó 4 años en perfecto estado de funcionamiento, sino que el ciclo de vida de los equipos se ajusta a la duración real de su envejecimiento.
Los costes de gestión, por otro lado, pueden reducirse en un 30% o 40% respecto en los que se incurre con un sistema de PCs tradicional. La mayor reducción de costes es de mucho la que se origina por la simplificación de la gestión de los sistemas y aplicaciones. Con escritorios virtualizado es muy simple añadir, cambiar o mover usuarios de función o ubicación, así como el proceso de instalar, gestionar, securizar o parchear aplicaciones y sistemas.
La virtualización de escritorios es además el primer paso para poder utilizar sistemas innovadores de provisión de los sistemas a los usuarios, basados en los conceptos de self-service y cloud computing en el que los propios usuarios pueden gestionar sus necesidades de TI de forma autónoma, convirtiéndose el departamento de TI en un verdadero proveedor de servicios.
El proyecto de virtualización de escritorios
Muchos suministradores platean la virtualización de escritorios simplemente como un paso más de la virtualización de servidores, pero esto es un grave error. Ejecutar los escritorios en una máquina virtual y conectarnos a ellos es algo tecnológicamente muy simple actualmente, pero si olvidamos la transformación que la virtualización de escritorios produce en la arquitectura de cómo suministramos el servicio y acceso a las aplicaciones a los usuarios el proyecto fracasará, o en el mejor de los casos, no obtendrá todos los beneficios potenciales.
Un buen proyecto debe dedicar un tiempo importante a diseñar, resolver y decidir cuál es el mejor sistema de escritorio y acceso a las aplicaciones que cada usuario debe tener. No es conveniente tratar por igual, por ejemplo, a los usuarios de un call center que a los usuarios de un departamento de ventas o a los altos ejecutivos. Cada tipo de usuario tiene unas necesidades distintas y el proyecto de virtualización de escritorios ideal debería integrar las tecnologías necesarias para poder proporcionar a cada uno de ellos la mejor solución al menor coste posible.
En general los retos puramente tecnológicos de una virtualización de escritorios no son complejos y, en cualquier caso, tienen soluciones conocidas. El verdadero reto es implantar un sistema que rompe la forma tradicional trabajar en los departamentos de IT y tener el coraje de apostar por una forma mejor y más simple de hacer las cosas.